El alemán tuvo partir de 2007 una década de gloria. La resistencia de la economía alemana durante la gran recesión atrajo a miles de personas a territorio germano. Una amplia oferta para trabajadores extranjeros cualificados lanzada por Angela Merkel ayudó a un repunte espectacular en el interés por aprender alemán. Especialmente en las ramas técnicas e industriales, decenas de miles de personas en toda Europa se lanzaron a estudiar la lengua de Ghoete para optar a un puesto de trabajo en Alemania.
Con este repunte, el alemán estuvo a punto de superar al francés y ser la segunda lengua más estudiada de España tras el inglés. Pero no llegó a ocurrir. A nivel de empleabilidad, las ofertas de trabajo que pedían saber francés llegaron al 7,2% frente al 7,1% de las ofertas que requerían alemán en 2017. Y ahí comenzó el descenso.
¿A qué se debe la caída del alemán?
Son varios los factores que explican este declive. Por una parte, el mercado laboral de los países germanófonos (Alemania, Austria y Suiza, fundamentalmente) empieza a estar saturado. Los puestos técnicos que se buscaba cubrir con emigrantes ya han sido ocupados. Por otra parte, solo Alemania y Austria tienen el alemán como único idioma oficial. En Suiza o Bélgica, países donde también se habla, coincide con el francés, lengua que ofrece más oportunidades. Mientras que el alemán es hablado por unos 95 millones de personas y solo en Europa, el francés, su competidor directo, tiene 290 millones de hablantes en cuatro continentes.
Tampoco hay que olvidar un tercer competidor que llega con mucha fuerza: el chino. La lengua más hablada del mundo gana peso en el aprendizaje de idiomas a la par que crece la economía del gigante asiático.
Aunque haya cambios en la segunda posición, sigue estando claro que el inglés es el idioma más útil para encontrar empleo. Pero, si ya lo dominas, valora bien cuál puede ser tu siguiente paso lingüístico.
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