#Pregúntaleatuprofe: los profesores de español se organizan

El profesorado de ELE (español como lengua extranjera) lanza una campaña para denunciar la precariedad en su sector. La temporalidad, los bajos salarios y los incumplimientos legales son sus caballos de batalla.

El profesorado especialista en español como lengua extranjera ha comenzado una movilización por sus derechos. Bajo los lemas #pregúntaleatuprofe y #askyourteacher, denuncian las condiciones de precariedad en que realizan su trabajo.

Frente al profesorado especialista en inglés, francés o alemán, mejor cotizado, los profesores de español para extranjeros acusan una fuerte temporalidad y precariedad. Según denuncia Sergio Ruiz, portavoz de la organización Profesión ELE, es habitual trabajar tres meses en una academia, cuatro en otra, dos en la siguiente… Y los incumplimientos laborales están a la orden del día. Desde horas pagadas en negro a contratos que no cubren las horas realmente trabajadas, la lista de agravios de esta organización es muy similar a lo que ocurre en otros sectores como la hostelería.

Y eso a pesar de que el profesorado de este sector ofrece un nivel de estudios envidiable. Licenciaturas en Filología, grados en lenguas modernas y másteres en ELE son los títulos que cuelgan de las paredes de estos profesionales que, no obstante, no ven reconocida su preparación.

El convenio colectivo: ¿problema o solución?

Una de las soluciones propuestas pasa por mejorar el convenio colectivo. El actual data de 2017 y fue prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2018, sin que a día de hoy haya sido renovado. Según indica Alejandro Llamas, del sindicato Comisiones Obreras, las negociaciones se encuentran en punto muerto. La subida del SMI aprobada este año ha elevado reivindicaciones salariales. Para ACADE, patronal del sector, aumentar la masa salarial sería inviable a corto plazo.

Pero el problema, según Profesión ELE, no es únicamente el sueldo. En actual convenio no establece la formación necesaria para ejercer la enseñanza del español a extranjeros, lo que provoca intrusismo y tira las condiciones laborales a la baja, dado que hay mucha mano de obra disponible. Para las empresas de peor calidad, cualquier persona puede enseñar español, sin necesidad de un título en filología o un máster en ELE. Por otra parte, el convenio no fija con claridad la duración de la jornada ni incluye como tiempo trabajado las horas invertidas en preparar clases o corregir exámenes.

No obstante, existen academias que pagan por encima del convenio y dan un trato justo a su profesorado. Isabel Baena, de Madrid Spanish Institute, sostiene que en academias que apuestan por la calidad es imprescindible contar con un profesorado que se encuentre a gusto con sus condiciones laborales.

Academias responsables

Una de las soluciones podría pasar por crear un sello de academias responsables, a imitación de la iniciativa Fairhotels. Mientras tanto, la inciativa #pregúntaleatuprofe puede ser un paso positivo para elevar la calidad de la enseñanza del español como lengua extranjera.

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